Muchos elementos pueden agredir tu cabello: el sol, el mar, el viento, la polución, el cloro… En verano, la mayoría de estos elementos se reúnen. Así que atención a los daños. Nuestro programa antes de partir.
 
Entre las zambullidas en la piscina, los baños en el mar y las sesiones de bronceado, todo durante dos o tres semanas, ¡hay quién temería lo peor para tu cabello! Incluso si el resultado permanece aleatorio según cada uno. “Estos elementos van a tener un efecto más devastador sobre el pelo fino con mechas que sobre el natural. Todo el mundo padece las agresiones exteriores, pero todo depende de la naturaleza de la base del cabello”.
 
Para ayudar a tu pelo a encajar los golpes, la única solución es evidentemente protegerlo una vez hayas llegado a tu lugar de vacaciones gracias al uso de aceites y sprays destinados a repeler los nefastos efectos de los rayos UV. “Antes de partir, puede ser útil acudir a tu peluquero para hacer desaparecer las puntas abiertas y tranquilizar el cabello sensible”. De igual manera, no dudes en volver después de las vacaciones para atacar la vuelta al trabajo con un cabello perfectamente cuidado.
 
Otro consejo. El cabello es revelador del estado general de la persona. Si has salido mucho de fiesta estos últimos tiempos o estás cansada, tu cabello lo resiente. “Estará más apagado, menos brillante. Para dar la vuelta a la situación, es necesario cuidarse. Una alimentación equilibrada, mucho descanso y un ejercicio físico regular contribuyen a conservar una bella silueta y un cabello lleno de salud”.
 
Para ayudar a tu cabello también puedes comprar complementos alimentarios. “Te aportarán vitaminas suplementarias como la vitamina B6 o la B12 o magnesio. Esto remforzará el brillo de tu cabello”.
 
Nuestro truco: lo ideal es realizar una cura de germen de trigo un mes antes de partir.  Contiene vitamina A, B y magnesio. En resumen, contienen todos los elementos necesarios para tener un pelo bonito.


© DR © Jean Louis David