Para un cabello sano y perfectamente liso es indispensable elegir una buena plancha alisadora pero también es muy importante saber utilizarla bien. He aquí nuestros consejos.
 
Antes de encender la plancha empieza por secar el cabello con un secador. Idealmente el cabello debe estar seco al 95%. “Algunas planchas pueden utilizarse con el cabello mojado pero se obtiene un resultado menos perfecto que si se procede al alisado sobre un cabello seco; además, la fibra capilar se debilita”.
 
Utiliza a continuación un spray alisador termoprotector que no sólo protegerá  tu cabello del calor del aparato sino que además facilitará el alisado. Sobre tu cabello casi seco vaporiza tres veces cada mechón y peina para repartir uniformemente el producto. Ya está listo para pasar a la etapa más importante: el alisado.
 
Una vez encendida, espera unos segundos a que la plancha alcance la temperatura deseada. Ahora puedes pasar al alisado. Selecciona mechas finas para mayor simplicidad y mejor resultado.
 
Parte de las raíces y desciende hasta las puntas, suave y decididamente. El objetivo es pasar una sola vez por cada mecha, ¡para un alisado impecable!
 
Cuando hayas terminado con la plancha, espera unos segundos a que se enfríe antes de guardarla. Evita dejarla en una habitación húmeda como el baño, por ejemplo, porque podría dañar a la larga los circuitos eléctricos del aparato. No enrolles el cordón alrededor de la plancha, se puede estropear.
 
Nuestro truco: para obtener un alisado de cine, protegiendo al mismo tiempo tu cabello, mueve la plancha a lo largo de la mecha en lugar de dejarla fija. Tres segundos son suficientes. Empieza siempre por alisar los cabellos de la zona de la nuca y ve ascendiendo.
 
© DR © Jean Louis David