Te encanta su efecto fijador pero te da miedo que dañe tu cabello. Aunque si la utilizas bien, la laca no tiene por qué dañar tu pelo. Repasamos los prejuicios más comunes sobre la utilización de la laca. 
 
La laca acaba dañando el cabello: Falso
A no ser que utilices todos los días medio bote de laca, ésta no daña tu cabello. «Siempre que la uses con moderación, no corres ningún riesgo de dañar tu melena. Si utilizas laca a menudo, lava tu cabello de forma regular».
 
La laca puede eliminarse con el cepillo: Verdadero
No tienes por qué lavarte el pelo para eliminar los restos de laca. «Una buena laca no deja restos y no aporta al cabello un aspecto graso. Además, al cepillar tu melena, ésta recupera su forma natural. Si, a pesar del peinado, tu pelo no recupera su aspecto natural, ¡cambia de laca!«.
 
La laca suele aportar un efecto cartón: Falso
No, una buena laca no tiene por qué provocar un efecto cartón. «Si aplicas la laca uniformemente y a cierta distancia del cabello (más o menos 30 centímetros), no se notará sobre la melena. Cuando apliques laca, no te centres en una zona de tu melena en concreto. Esto no es beneficioso para el pelo y, además, se vería».
 
La laca y el spray fijador son lo mismo: Falso
No confundas la laca con el spray fijador, ¡no tienen nada que ver! «Sí, ambos son productos fijadores, pero no se utilizan para lo mismo. La laca es un spray muy fino, tan fino como la niebla. El spray, por su parte, se transforma en pequeñas gotas para ofrecer una fijación mucho más fuerte. El spray suele servir para fijar el movimiento de la melena, mientras que la laca se utiliza en el último momento. Con la laca es más fácil localizar la fijación».
 
Para fijar de manera duradera, necesitas una laca con un índice de fijación fuerte: Verdadero
Cada laca es diferente: escógela según el grado de fijación que busques. «Un peinado estricto necesitará un índice fuerte. Si quieres destacar el movimiento del cabello, el índice deberá ser más bajo».
 
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