Coloración rubia: elige el tono que mejor te sienta

Claro u oscuro, dorado o ceniza; el rubio posee mil y una facetas… ¡para adaptarse a cualquier mujer! Echa un vistazo a nuestra guía de los distintos matices del rubio para que no te equivoques al elegirlo.

Coloración rubia: el rubio platino

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Este rubio, muy, muy claro, es fácilmente reconocible porque es casi blanco. Se trata de una tonalidad absoluta cuya embajadora indiscutible es Marilyn Monroe, que lo convirtió en el símbolo del glamur hollywoodiense. No es de extrañar que este rubio tan icónico le dé a tu peinado todo su sex appeal para conseguir un aire de femme fatale. Se obtiene fácilmente aclarando una base rubia o castaña para un resultado de lo más armonioso sobre las pieles blancas y los ojos verdes. Por el contrario, no está tan indicado para las morenas porque es más difícil de lograr. De hecho, habría que pasar por varios aclarados sucesivos, lo que podría acabar estropeando el cabello. Si tienes la piel y los ojos oscuros, sería una pena porque haría un contraste demasiado radical.

Coloración rubia: el rubio miel

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Se trata de un rubio medio y luminoso con reflejos dorados que ofrece un efecto muy natural porque no es ni muy claro, ni verdaderamente oscuro. ¡Y estás de enhorabuena porque este color elegante y goloso le sienta bien a cualquiera! Podrás adoptarlo fácilmente independientemente de tu color de base porque solo requiere un ligero aclarado. Este tono tan seductor es perfecto para pasarse al rubio sin debilitar demasiado la melena. Y no solo eso: le da un aspecto de buena cara a los rostros más pálidos y realza el bronceado de las pieles más oscuras. Esta tonalidad elegante a la par que discreta es el color de las mujeres dulces y con mucho carisma.

Coloración rubia: el rubio oscuro

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A medio camino entre el rubio dorado y el castaño claro con el que se suele confundir, esta tonalidad es una de las más fáciles de adoptar porque le sienta bien a cualquiera. Aunque es de apariencia formal, el rubio oscuro tiene un gran poder de atracción cuando se mira más detenidamente: es el tono ideal para amoldarlo a tu faceta de mujer trabajadora o de seductora. Gracias a su look tan natural, este color embellece el cabello sin hacerse notar. Si tu base es clara, podrás obtenerlo apostando por una coloración del mismo tono que oscurezca ligeramente tu color natural. Y, si eres morena, deberás hacerte una decoloración previamente para aclarar lo suficiente tu melena antes de aplicarte el rubio oscuro.

Coloración rubia: el rubio veneciano

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Entre el rubio y el pelirrojo, este tono medio se caracteriza por sus reflejos cobrizos y dorados. ¡Y eso es precisamente lo que le confiere todo su carácter! Es ideal para hacer que las pieles más claras resalten, mientras que sus tonalidades cálidas también realzan las más oscuras. Es más fácil de conseguir sobre una base clara o castaña que sobre el cabello oscuro. Podrás teñirte para conseguirlo o, si eres pelirroja, podrás hacerte algunas mechas de color miel con unos reflejos que se adapten a tu melena pelirroja. En cambio, si eres morena deberás hacerte un aclarado antes de poder lucir el precioso rubio veneciano. Eso sí, valdrá la pena porque te dará un aire misterioso cuanto menos irresistible.

Coloración rubia: el rubio dorado o californiano

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Se trata del deslumbrante y sexy rubio de las surfistas, que recrea hermosos reflejos dorados en todo el cabello. Claro o cálido, este tono ilumina las melenas rubias oscuras o castañas gracias a sus reflejos que le aportan luz al cabello, ¡como si acabases de volver de la playa! Eso sí, no está indicado para aquellas que tienen un rubio muy claro o un moreno ébano; el contraste sería demasiado pronunciado como para conseguir un resultado natural y bonito. Si tu base te lo permite, apuesta por el rubio californiano, es perfecto para darle luminosidad al rostro independientemente de tu tono de piel, y conseguirás un efecto de buena cara con tan solo unas mechas.

Coloración rubia: el rubio polar

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Esta tonalidad extrema deriva del rubio platino y es igual de claro pero aún más frío. Con ella conseguirás unas mechas inmaculadas sin ningún reflejo. El resultado es una melena con una buscada blancura artificial, un cambio de look inmediato y un peinado con mucho estilo. Estas son las condiciones que deben reunirse para poder adoptar este rubio nórdico: tener una piel diáfana -porque no quedaría elegante sobre una tez dorada u oscura- y una base clara de por sí para facilitar la decoloración. De hecho, aunque aquellas que son rubias o castañas podrán conseguir un tono más claro sin estropear demasiado su cabello, no es el caso de las morenas, que tendrán que hacerse varios aclarados sucesivos y numerosos tintes para conseguir este blanco puro . Este rubio, solo al alcance de unos pocos privilegiados, es perfecto para aquellas que sueñan con lucir un look frío y roquero.

Coloración rubia: el rubio ceniza

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Esta variante del rubio oscuro se diferencia por sus reflejos de color gris plateado que lo convierten en un tono muy natural y la mejor opción para ocultar las primeras canas. Es tan oscuro como el castaño claro -con el que a menudo se suele confundir- pero es más suave. Se trata de un color discreto e ideal para las que dudan en pasarse al rubio. Eso sí, antes de sucumbir a su aspecto tan sofisticado y elegante, ten en cuenta que tu piel y tus ojos deberán ser claros; de lo contrario, no te sentaría bien. Por último, recuerda que deberás cuidar tu rubio ceniza con productos específicos si quieres conservar esos matices plateados que tanto te gustan.

Coloración rubia: el rubio bebé

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Como su propio nombre indica, este rubio muy claro tirando al beis imita a la perfección al rubio de nuestra infancia. Es casi tan pálido como el platino pero más frío porque no contiene reflejos dorados, lo que lo convierte en un color mucho más natural. Grace Kelly se encargó de hacerlo famoso y primero lo adoptaron las mujeres más sofisticadas, antes de reinventarse para volver más sexy que nunca de la mano Brigitte Bardot. Así nació el rubio BB, un tono icónico y fascinante que confiere un aire de mujer un tanto infantil muy sensual. Si eres rubia, con un simple baño de color y con unos reflejos obtendrás el rubio perfecto. Por el contrario, si eres morena deberás hacerte primero un aclarado y después un tinte. En definitiva, ¡es una decisión que no debes tomar a la ligera!

Y tú, ¿qué tono vas a elegir?