La plancha alisadora es una herramienta indispensable para las partidarias del cabello liso. Una vez en tus manos te será muy fácil realizar todo tipo de peinados sobre cabello liso. Pero antes es necesario encontrar la plancha correcta. Descubre nuestros consejos antes de correr a comprarla.
 
Lo más importante es escogerla con regulador de calor. “No porque una plancha caliente hasta 200 grados será más eficaz o más rápida que otra. El regulador de calor permite adaptar la temperatura del aparato a tu tipo de cabello. Los cabellos finos o sensibles, por ejemplo, no toleran un calor demasiado elevado, mientras que los cabellos encrespados pueden soportarlo fácilmente”. Así, opta por una plancha alisadora que pueda llegar a los 190 grados, 200 máximo y dotada de un regulador.
 
En cuanto al revestimiento, la cerámica es la mejor opción dado que es la menos agresiva para el cabello. “Sin embargo, esto no debe impedirte aplicar un cuidado termo-activo para proteger tu cabello del calor de las placas”.
 
En cualquier caso, está fuertemente aconsejado comprar material profesional, más eficaz y más saludable para tu cabello. “Debes saber que una plancha de calidad media calienta generalmente peor. Así, tenderás a pasarla varias veces sobre cada mecha, lo que no es bueno para tu cabello”. Acuérdate de una cosa: no dejes la plancha parada sobre tu cabello.
 
Para optimizar la eficacia y la vida de tu plancha alisadora, algunos hábitos pueden revelarse muy útiles. Para comenzar, evita retorcer los cables y no la guardes cerca de un punto de agua. ¡Recomendaciones válidas para cualquier aparato eléctrico! También se aconseja limpiar las placas tras cada utilización. “Espera a que las placas se enfríen y provéete de un trapo seco o ligeramente húmedo para limpiar las placas. Porque los productos de peinado que utilizas pueden ensuciarlas. Pero no te preocupes, se trata de suciedad sin mayor daño para la plancha”.
 
Nuestro truco: tu plancha alisadora también puede jugar el papel de plancha de rizos si sabes cómo manejarla. Para ello, enrolla las mechas alrededor de las placas sin quebrarlas o aportar un efecto demasiado peinado… Para realizar algunas ondulaciones por una noche… ¡con un poco de destreza basta!