Cuando compras una prenda de ropa lo único que te preguntas es si te gusta o no. Y cuando vas a probártela lo que cuenta es que te quede bien. Pero en cuanto a colores, ¿escoges verdaderamente los que te convienen?
 
La ropa. Las morenas cuentan con ciertas ventajas de cara a las rubias. Éstas pueden llevar conjuntos más cortos o más escotados sin pasar por una chica vulgar. Esto es porque las rubias tienen, en el imaginario colectivo, ¡un lado más incitador!
 
Prueba los colores. Antes de optar por tal o tal color haz una prueba. Porque tu color de cabello no es el único criterio a tener en cuenta. Tu tez, al igual que el color de tu iris, también se debe tener en cuenta. Para evitar dar un paso en falso coloca las prendas de ropa sobre tu mentón y mírate en el espejo. Si te parece que el color ilumina tu tez y te destaca, ¡es un ganador! Si, al contrario, tiene tendencia a detallar tus imperfecciones, devuélvela a donde la hayas encontrado.
 
Pieles con tendencia clara. Si tu cabello es oscuro pero tu tez es de porcelana evita acentuar el contraste con conjuntos demasiado claros. Evita de este modo colores demasiado pastel o el blanco. Apuesta más bien por el negro, el verde (pino o kaki), el rojo (incluso el burdeos) e incluso un azul muy profundo. En resumen, tonos más bien oscuros para destacar tu piel clara.
 
Pieles con tendencia oscura. Si al contrario luces una piel oscura puedes permitirte más excentricidades. En efecto hay poco prohibida excepto los tonos beiges y marrón. Para el resto, lo que quieras. También les sientan bien los tonos oscuros estilo otoñales como para las de las pieles claras pero también tonos más claros o flashy. Sin embargo evita el total look negro para no lucir un conjunto demasiado estricto. Así que sí al pantalón negro pero no el resto del conjunto.