Seguro que ya lo has llevado aunque no lo sepas: el corte quiff (o tupé con volumen) es todo un imprescindible desde los años 50 y las razones no son pocas… ¡Te las mostramos!

¿Qué es el corte quiff?

Al igual que el undercut, este peinado se trabaja sobre dos largos: unos laterales más cortos, la nuca despejada y una masa capilar con volumen en la parte superior de la cabeza. Esta parte debe quedar lo bastante larga como para poder crear un tupé roquero que sería la envidia del mismísimo Elvis Presley.

¿Para quién?

¡Estás de enhorabuena! Este peinado le sienta genial a cualquiera gracias a sus numerosas variantes, tanto retro como más contemporáneas. Puedes elegirlo en función de tus gustos, de la forma de tu rostro y de la naturaleza de tu cabello. En su versión más clásica, la parte de la nuca se lleva más corta que los laterales; lo que permite darle volumen a los rostros alargados, camuflar las orejas despegadas y aportarle ligereza al cabello grueso. Por su parte, la versión más moderna de este corte es perfecta para alargar una cara redonda y hacer que no se note la falta de densidad, ya que proporciona un acabado difuminado muy corto en todo el cráneo que contrasta con el tupé XXL.

¿Cómo lo cuido?

¡Cuanto más largo sea tu flequillo, más tardarás en peinarte! Este peinado requiere destreza para crear un bonito tupé roquero. ¿Sabes cuál es la mejor técnica? Aplicar pasta de moldeado sobre el cabello lavado y peinar tu melena con la ayuda del cepillo y del secador para darle volumen. Después, tan solo tendrás que enrollar la punta del mechón para formar un bucle flexible. ¡Conseguirás un estilo de chico malo muy elegante!