Desde que tengo uso de memoria siempre he lucido una melena cuadrada. Aunque pensaba que el cabello largo era un reflejo de feminidad, nunca tuve la paciencia ni el coraje de dejar mi cabello crecer porque la longitud intermediaria es normalmente muy difícil de peinar. Mi melena cuadrada me llegaba a nivel de los labios, ni un centímetro por debajo, ni un centímetro por encima.
 
Entonces un día me crucé con una joven con un magnífico y largo cabello moreno. Estaba subyugada, envidiosa… ¡Y esa fue la gota que colmó el vaso! ¿Por qué privarme de semejante placer cuando hoy en día es posible alargar tu cabello de manera espectacular en solo unas horas?
 
Tras informarme sobre las extensiones, finalmente me decidí a ir a un salón Jean Louis David porque utiliza una técnica en frío sin pegamento ni resina que no daña el cabello. Así, el peluquero me explicó que las extensiones, 100% naturales por supuesto, se mezclan con tu propio cabello gracias a un sistema de pequeños conectores cilíndricos.
 
Yo que entré con una melena cuadrada, salí acerca de tres horas más tarde con una bonita melena lisa. Y además, gracias a las extensiones, ¡también gané en volumen! El resultado es ultra natural. Imposible diferenciar mi cabello de las extensiones dado que los colores son muy similares.
 
¿Lo primero que hice al salir del salón? Ir a tomar una copa con mis compañeros y probar el poder de seducción de mi nueva melena. No me decepcionó, ¡eso es todo lo que puedo deciros! Desde entonces cuido mis extensiones en casa y voy a  la peluquería una vez al mes para comprobar que todo va bien”.