Desfilar consiste en aligerar el volumen del cabello sin quitarle largo. El objetivo: ligereza, flexibilidad, la posibilidad de rizar y, especialmente, el movimiento. En resumen, ¡un corte desfilado supone una infinidad de posibilidades de peinado! El semilargo desfilado, efecto ondulado. Es la tendencia del momento. No nos cansamos de ella. Su lado natural desestructurado aporta un toque bohemio a tu look. Para crear ligeras ondas, utiliza un cepillo redondo. Empieza aplicando
mousse en el pelo y enrolla el mechón alrededor del cepillo trabajándolo con el secador manteniendo la cabeza agachada. Calienta y espera hasta que el mechón se enfríe antes de soltar el cepillo.
El semilargo desfilado, versión lisa. Una simple plancha para alisar te permite obtener un resultado liso. Para proteger el pelo del calor del aparato, vaporiza un spray alisador termoprotector antes de proceder al alisado. Si tienes el pelo fino, plantéate usar también un
spray que de textura y volumen al pelo. ¡Sólo te queda alisarlo!
El semilargo desfilado, tupé rock’n’roll. Carda el pelo de la parte superior de la cabeza antes de colocar unos rulos con un diámetro bastante ancho por debajo, para crear la forma. Seca el pelo con un secador y espera hasta que se enfríe el cabello antes de quitar los rulos con delicadeza. Plancha el pelo de los laterales con ayuda de un gel, por ejemplo.
© Jean Louis David