¿Podría presentarse brevemente?

Natacha Gunsburger. Soy naturópata, coach de adelgazamiento y detox. Titulada en naturopatía, aromaterapia y reflexología, también me he formado en estética y he enseñado cosmética natural a numerosos profesionales. De forma paralela, realizo talleres de empresa y paso consulta en París. Además, soy la autora del libro Mi coach naturópata, un programa a medida para vivir de una forma sana (Mon Coach Naturo, mon programme sur-mesure pour vivre en pleine santé, en francés) publicado por la editorial Éditions Eyrolles, y la creadora del "método de los 4 Perfiles" (Méthode des 4 Profils®); una visión moderna y extensa de la naturopatía que propongo con mis entrenamientos y mis publicaciones.

¿Qué es el carbón vegetal?

N.G. Antiguamente, existía el carbón de origen mineral (hulla, antracita…) e incluso el de origen animal (a base de huesos frescos).

En la actualidad, el carbón es solamente de origen vegetal y se fabrica a partir de madera (pino, roble, haya, sauce…) o de cáscaras (coco, cacahuetes,…). Después de ser carbonizada, la materia prima se activa con vapor de agua y de aire a una temperatura que en ocasiones puede alcanzar los 1000 grados a alta presión. Por lo tanto, el carbón vegetal activo -o activado- está esencialmente compuesto por carbono y se presenta como un polvo negro y ligero. Además, posee una extraordinaria capacidad de absorción: ¡entre 1000 y 3000 m2 por 1 solo gramo de carbón activado!

¿Cuáles son las propiedades del carbón vegetal?

N.G. Como por arte de magia, el carbón vegetal forma una red muy densa de poros de mayor o menor tamaño que atraen las moléculas (toxinas y contaminantes) y las atrapan hasta su eliminación. Es lo que llamamos la capacidad de absorción, ¡que convierte al carbón activo en toda una bomba purificadora!

Eso sí, ¡hay que elegir un carbón puro y de buena calidad! Y además debe estar activado (o incluso muy activado) para que sea eficaz.

¿Qué beneficios aporta el carbón vegetal?

N.G. El carbón vegetal es especialmente útil para las personas con el cutis asfixiado o apagado (contaminación, estrés, tabaco, sedentarismo, etc.), y para las pieles grasas, con imperfecciones o con acné porque absorbe el sebo y las impurezas. Además de ser muy eficaz, la piel lo tolera muy bien y casi no presenta contraindicaciones.

Y, en particular, ¿qué acción realiza sobre el cabello?

N.G. El carbón vegetal es ideal para purificar y oxigenar el cabello graso o apagado, o las melenas castigadas por la contaminación de la ciudad. Además, elimina los residuos que dejan los productos capilares sin resecar la materia.

¿Cómo podemos utilizarlo para cuidar el cabello?

N.G. Las mascarillas, los champús y los acondicionadores son los mejores productos para el cabello a base de carbón que podemos encontrar. Aquellas que tienen el cabello teñido, graso, con caspa, apagado o quebradizo, pueden adoptar un tratamiento detox intensivo de 21 días o utilizarlo como cuidado regular a diario.

¿El resultado? Una melena brillante, luminosa, oxigenada y vigorosa. Y con el cabello rizado, este ingrediente proporciona unos bucles bien definidos.

¿Está indicado para todo tipo de cabello?

N.G. Sí, podemos beneficiarnos de todas las propiedades del carbón independientemente de nuestro tipo de cabello, y sobre todo si la materia está expuesta a la contaminación o a los tintes. En tal caso, podemos realizar dos o tres tratamientos al año para purificar la melena en profundidad. Sin embargo, en caso de que se quiera usar a diario, este polvo mágico está especialmente indicado para el cabello graso o el cuero cabelludo con problemas.

¿El carbón vegetal tiene tendencia a secar el cabello? En caso afirmativo, ¿con qué podría mezclarse para conseguir un efecto purificante e hidratante al mismo tiempo?

N.G. El carbón vegetal no reseca el cabello si se deja actuar poco tiempo. Sin embargo, en el caso del cabello muy seco o castigado por un clima extremo (sol o frío intensos, viento fuerte, etc.), este producto puede secarlo ligeramente al igual que sucede con cualquier componente absorbente, como la arcilla o el talco. Para evitar este fenómeno, se puede añadir a la preparación un poco de gel de aloe vera o de escualeno vegetal: ¡la suavidad y la hidratación están garantizadas!

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