Antes de comenzar con cosas más complicadas es indispensable dominar los básicos. Así que olvida por un instante las trenzas egipcias y las coronas trenzadas y utiliza tu saber-hacer para realizar una trenza. Clásica.
 
La trenza clásica. Evidentemente cuanto más largo sea tu cabello más lo será tu trenza. Así que adopta la trenza si tu cabello llega por lo menos hasta tus hombros. Comienza por cepillar tu cabello delicadamente (pero con seguridad) para alisarlo al máximo. Recógelo y, a continuación, sepáralo en tres partes que constituirán las tres ramas (o hebras) de la trenza. Comienza de izquierda a derecha. Es decir, haz pasar la hebra izquierda llevándola hacia la derecha rebasando la del medio. Repite la operación con la hebra de la derecha. Únicamente la del medio permanece en su sitio. Repite esta operación hasta llegar a las puntas y fija con una goma elástica.
 
La trenza al revés. Cepilla tu cabello y sepáralo en tres partes. El principio de la trenza al revés es, excepto por un detalle, el mismo que el de la trenza clásica. En lugar de recoger las hebras de izquierda a derecha por encima de la del medio, haz que pase por debajo. ¡Una variante de la trenza clásica que aporta un toque de originalidad a tu peinado!
 
¿Cómo lucir la trenza? Existen múltiples maneras de llevar una trenza. En primer lugar la manera clásica, es decir, por detrás de la cabeza. Para un estilo más bohemio y muy tendencia puedes llevar la trena a un lado dejándola reposar sobre un hombro. Otra alternativa, el moño trenzado. Para realizarlo, recoge tu cabello en una cola de caballo antes de trenzarla en tres partes. Una vez hayas realizado la trenza, fíjala enrollándola alrededor de la goma elástica.
 
 © DR © Jean Louis David