Adoptar tratamientos termo-protectores, hecho. Masajear mi cuero cabelludo, hecho. Cortar mis puntas regularmente, hecho. ¡Tras tantas buenas resoluciones ya adoptadas sería una pena no continuar por el buen camino! Nuestra resolución capilar nº4 es saber utilizar tu champú juiciosamente.
 
Cuando al fin das con el champú de tus sueños, el que corresponde a todos tus criterios, no tienes ninguna gana de cambiar. Sin embargo, utilizar siempre el mismo champú se revela, con el tiempo, ineficaz. Tu cabello siempre estará limpio, sí. Pero sus propiedades tendrán sin duda menos efecto sobre tu cabello. Por ejemplo, si siempre utilizas el mismo champú para cabello seco el cabello termina por acostumbrarse. El resultado es que este tratamiento capilar que tanto bien hacía a tu melena termina por no actuar correctamente.
 
Por ello anlterna entre dos champús para un cuidado a medida. Uno puede tratar la naturaleza de tu cabello o su estado.  Así puedes jugar entre un champú para cabello seco y fino o para cabello seco y largo. Pero también para cabello rizado y dañado e incluso rizado y rubio. ¡Lo ideal es escoger en función de las necesidades de cada momento!