Ya sabemos que un buen maquillaje es aquel que se adapta al color de los ojos y del cabello. ¿Eres pelirroja natural o has adoptado esta coloración? ¿Tu color es discreto o, por el contrario, intenso? Te aconsejamos para que logres un resultado a tu medida.

Unifica tu tez

¡Apuesta por una piel fresca y natural! Si prefieres un producto que aúne maquillaje y tratamiento, opta por una BB cream o una CC cream para corregir tus imperfecciones sin que se note y preservar la hidratación de tu piel. También son ideales si tienes pecas y deseas camuflarlas.

Por otro lado, puedes utilizar una base de maquillaje clásica. Lo mejor es que escojas una con una cobertura ajustable para poder adaptar tu maquillaje en cada ocasión. Elige un colorete en un tono anaranjado como el coral, el albaricoque o el melocotón para conseguir una buena cara al instante.

Nuestro consejo: por regla general, la piel es muy sensible a los rayos UVA, así que lo mejor es que elijas un producto con factor de protección solar para protegerla bien del sol.

Perfecciona tu mirada

En cuanto a las sombras de ojos, la apuesta segura es el verde en todas sus tonalidades (olivo, caqui, esmeralda…). ¡Y no solo eso! Las tonalidades cálidas como el oro, el cobrizo o el bronce también te sentarán genial. Además, puedes acentuar tu mirada con un trazo de eyeliner de color marrón o negro. Y para salir por la noche, apuesta por un efecto de ojos ahumados intenso y sofisticado.

Nuestro consejo: si tus pestañas son de un color bastante claro, usa un rímel marrón para que no contrasten demasiado con tu tez pálida.

Píntate los labios

Para el día a día, apuesta por la naturalidad con un pintalabios de un tono nude mate o brillante: tú eliges. ¡Los colores melocotón, albaricoque o rosados te sentarán de maravilla! Reserva para las ocasiones especiales un color intenso o con brillo, como el rojo vino o el rojo glamour. Eso sí, ¡opta por una mirada discreta para que tu maquillaje esté bien equilibrado!