Analizamos los diferentes matices del moreno

No hay nada mejor que una bonita melena morena para darle carácter al rostro y hacer que tu personalidad destaque. Por suerte, el moreno se declina en una amplia paleta de colores, que van desde el castaño claro hasta el marrón ébano. Unas tonalidades muy diferentes entre sí (unas más brillantes y luminosas, y otras más intensas y profundas) entre las que seguro que encuentras la que mejor te define.

Si tu moreno es natural, seguro que combina a la perfección con el tono de tu piel y de tus ojos. En tal caso, tan solo tienes que potenciarlo con algunos reflejos para lucir un cabello luminoso y lleno de contrastes. ¡Apuesta por el brillo! Los reflejos del mismo tono y las mechas de color miel le darán mucha luz a tu melena.

Eso sí, si deseas pasarte al moreno o simplemente cambiar de look, elige un tono que no se aleje demasiado del de tu base para lograr un resultado equilibrado. El objetivo es resaltar el color de tus ojos y de tu tez para conseguir un efecto de buena cara. Por ello, una coloración avellana con destellos dorados, o unos reflejos caramelo que tiendan hacia el rubio serán perfectos para iluminar y aportarle calidez a los castaños claros y a los morenos medios. Por su parte, los tintes chocolate o en tonos ceniza sobre una base más oscura, como un castaño frío marrón glacé o moka, pueden ser muy sofisticados. Y si tu cabello es muy oscuro, atrévete con el color ébano (a medio camino entre el marrón y el negro), que te aportará un aire misterioso y cautivador para un look de femme fatale.

¡Encuentra el moreno que mejor te sienta!