El sol, el cloro, el agua salada… En verano tu melena se pone a prueba a diario. Descubre los tratamientos que debes adoptar para conseguir un cabello sano.

Protección solar especial para el cabello

El cabello es tan sensible al exceso del sol como la piel, y puede resecarse durante el verano. El cuero cabelludo también se vuelve más seco y propicia la caspa. Para evitar los problemas capilares, aplícate cada mañana un cuidado protector como el gel solar multifunción de Jean Louis David. Este producto deposita una película UV sobre la fibra capilar para que puedas disfrutar de todas tus actividades sin que tu melena se estropee. Gracias a este espray sin aclarado, protegerte solo te llevará unos segundos. Se trata de un producto aún más imprescindible si tienes el cabello fino y, por lo tanto, más frágil.

Un champú suave o purificante

El cabello tiene tendencia a engrasarse con mayor rapidez con la llegada de las altas temperaturas. Y, si a ello le sumamos la piscina, el mar y los deportes de playa, lo más habitual es tener que lavarlo a diario. Para que tu cuero cabelludo se mantenga libre de sebo, de sudoración, de cloro, de arena y de los cristales de sal marina que pueda contener; apuesta por un champú suave para no dañar tu epidermis. Como única excepción, si tienes el cabello graso lo mejor es que utilices una fórmula purificante para refrescar el cuero cabelludo de forma eficaz.

Una mascarilla capilar nutritiva

El cabello se deshidrata con facilidad en verano tanto si lo llevas corto, largo o como si tienes una media melena. Para potenciar su resistencia a las agresiones externas y cuidar los mechones debilitados, aplícate una mascarilla reparadora después del lavado para rehidratar y reestructurar la fibra en profundidad. Y si has adoptado algunas mechas más claras antes de la llegada del buen tiempo, elige un cuidado específico para cabello teñido para que tu coloración se mantenga intacta durante las vacaciones.