Cualquier fashionista que se precie lo sabe: siempre hay que tener 4 pinzas y horquillas diferentes en el baño para fijar el peinado. Eso sí, antes debes conocer algunos trucos para elegirlas de forma adecuada y utilizarlas de la mejor manera.

La horquilla de moño

Todo un accesorio imprescindible, es la horquilla que sirve para fijar los moños y las trenzas laterales. Está dotada con dos picos lisos u ondulados para agarrarse bien a tu melena. Su forma en U la atrapa para que puedas insertarlas en un donuts de peinado de espuma o directamente en el cabello.

¿Cómo la elijo?

Escoge siempre unas horquillas con el extremo redondeado (de plástico), ya que son menos dañinas para el cuero cabelludo y no estropean la fibra capilar a largo plazo. Por otra parte, el tamaño depende de la naturaleza de tu melena: elige las largas si deseas sujetar tu cabello grueso, y corto si es fino o acabas de lavártelo (y, por lo tanto, está muy resbaladizo). Por otro lado, las pequeñas son perfectas para conseguir un acabado discreto y también se las conoce como horquillas invisibles.
Consejo. Para que la horquilla se mantenga, sujeta un mechón y ve en el sentido contrario al mismo para que el cabello se fije a la raíz. Es este movimiento de vuelta el que te garantizará un peinado sólido.

La horquilla plana

Otro básico que no puede faltar en cualquier peinado; la horquilla plana denominada Kirby se presenta en dos formas: una con dos lados planos y otra con un lado plano y el otro dentado para mantener mejor el cabello liso. Coloca el lado ondulado debajo del mechón para conseguir un peinado estricto impecable. Conseguirás disciplinar el cabello rebelde o tu flequillo y te dará puntos de sujeción en los peinados más elaborados.

¿Cómo la elijo?

Para conseguir un recogido más discreto, combina el color de la horquilla con el de tu melena. Por el contrario, escoge las de colores si deseas apostar por la tendencia Bobby Pins (su nombre en inglés), en la que las horquillas se utilizan para decorar el peinado. En cuanto al tamaño, las grandes son las más utilizadas pero las pequeñas están más indicadas si tu cabello es fino y corto.
Consejo. Utiliza dos en forma de X para una mayor fijación.

La pinza clásica

La pinza clásica o de tipo cangrejo debe su nombre a los dientes que posee para sujetar tu melena. Es muy práctica y se adapta a cualquier tipo de cabello (independientemente de su longitud y de su grosor) gracias a que existe en diferentes tamaños y a que el número de dientes es variable.

¿Cómo la elijo?

Puedes integrar un modelo en miniatura, de color o con brillo en tu trenza o en un moño bohemio. Si tienes el cabello grueso, apuesta por un modelo XXL con púas anchas. Por el contrario, el tamaño mediano de púas finas y juntas entre sí está indicado para el cabello fino. Para fijar un mechón o para colocar tu flequillo hacia atrás, lo mejor es que elijas una pinza pequeña.

Consejo. Un único punto de sujeción es suficiente para controlar toda la masa capilar y conseguir un moño italiano sin horquillas.

La pinza pico de pato

Además de conocerse como pico de pato, también se llama pinza pelícano porque su forma recuerda al largo pico de este pájaro. ¡Es perfecta para peinarte en un solo clip! Es muy fácil de utilizar y recoge tu melena sin dificultad para conseguir una cola de caballo suelta o un elegante moño italiano.

¿Cómo la elijo?

Está indicada para la media melena o el cabello largo. El modelo estándar (10 cm aproximadamente) sujeta todo el cabello entre sus dos ramas. La versión en miniatura de 3 cm y menos frecuente, es perfecta para el cabello corto, ya que mantiene los mechones más pequeños. También puedes adoptarla como accesorio decorativo añadiéndola en un moño retro, por ejemplo.
Consejo. Cuando sus dos púas poseen a su vez pequeños dientes que agarran mejor el cabello indisciplinado, se las denomina pinzas de cocodrilo por su parecido con la dentadura de este animal.