¿Sueles cepillar el cabello después del lavado? Te mostramos por qué no es una buena idea.

El cabello es muy frágil cuando está húmedo

Las escamas de queratina que protegen el tallo capilar se debilitan y se levantan por la acción del agua. De esta forma, la barrera protectora que forman sobre el cabello se debilita, haciendo que la fibra se vuelva porosa y más sensible ante las agresiones externas. Por lo tanto, el cabello mojado es mucho más vulnerable y tiende a romperse con facilidad cuando pasamos el cepillo. Por esta razón, no debes cepillarte el cabello cuando está húmeda si no quieres dañarlo.

El truco. Espera a que el cabello esté seco antes de usar el cepillo. Para ello, elimina el exceso de agua al salir de la ducha con ayuda de una toalla pasándola suavemente por el pelo. Eso sí, no la envuelvas a modo de turbante porque podrías estropearlo y hacer que se formen aún más nudos. Lo mejor es que dejes que se seque y que utilices un cepillo de cerdas de jabalí naturales, que son flexibles y muy suaves con la materia.

Desenredar el cabello sin dañarlo

¿Solo puedes desenredar tu melena después del lavado por falta de tiempo? Pues aplícate un acondicionador de forma generosa en todo el cabello y déjalo actuar entre 2 y 3 minutos antes de utilizar un peine de dientes anchos. De esta manera, estarás limitando los enganchones y podrás deshacer los nudos fácilmente y sin tirar. Además, este peine es menos agresivo para el cabello que el cepillo.

El truco. Empieza siempre por las puntas de forma suave y ve subiendo poco a poco hacia las raíces. Aclara bien tu melena para terminar.