¿Te has decidido a cambiar de coloración? Pues antes de ponerte en las manos de tu peluquero debes hacerte un diagnóstico. Analizamos el paso indispensable del que dependerá el éxito de tu cambio de look.
Un análisis capilar con tu peluquero
El diagnóstico de color sirve para evaluar con ayuda de un profesional el estado de tu cabello. Si lo tienes teñido, tu peluquero observará tu base a partir de las raíces naturales para determinar así tu color original. También podrá constatar el porcentaje de canas que tienes (si las hay). Además, se interesará por tu melena y te hará varias preguntas para saber si te has realizado algún tratamiento en los últimos meses (aclarado, reflejos…). Así sabrá si tu cabello está estropeado y si es poroso. Por último, te pedirá que le expliques lo que estás buscando.
Una etapa clave para elegir bien tu coloración
¿Quieres cambiar de look de forma radical como, por ejemplo, pasar del rubio al moreno?, ¿solo quieres camuflar tus canas o, quizás, prefieres hacerte un aclarado de forma natural? En cualquier caso, tu peluquero te orientará para que elijas la tonalidad perfecta para realzar tu rostro y tus ojos, que no se aleje demasiado del acabado que buscas. Después, te propondrá las técnicas que tienes a tu disposición para obtener tal acabado en función del estado de tu melena. Si, por ejemplo, tu cabello es demasiado frágil, no podrás hacerte un aclarado. Para terminar, te explicará claramente la opción que mejor se adapta a ti. ¡No hay mejor forma de evitar los chascos al salir de la peluquería!
