Seguro que has dormido más de una vez con el cabello mojado por costumbre o por falta de tiempo pero, ¿tiene alguna consecuencia sobre la salud de tu melena?
Un hábito que debilita el cabello…
Durante el lavado, las escamas de queratina de la fibra capilar se levantan y se abren por la acción de agua, por lo que su barrera protectora se debilita. Así, el cabello se vuelve poroso y más sensible a las agresiones externas.
…y hace que se enrede
El efecto del roce con la almohada, que debilita el cabello y favorece la aparición de nudos, se duplica con el cabello húmedo. Por lo tanto, la fibra capilar se vuelve más quebradiza durante el peinado.
Vigila el equilibrio de tu cuero cabelludo
Enrollar el cabello en una toalla para irte a dormir no soluciona nada, sino todo lo contrario. Mientras duermes, la temperatura del cuerpo aumenta y se crea un «efecto sauna» que perturba el equilibrio del cuero cabelludo y lo vuelve más sensible ante las irritaciones.
Para limitar las consecuencias
Seguro que ya ha quedado claro: dormir con el cabello mojado es una mala idea. A pesar de ello, si alguna vez se da el caso (de forma muy ocasional), aplícate un cuidado de noche sin aclarado de puntas a medias puntas antes de irte a la cama. Este producto actuará como un velo protector contra el roce y te será mucho más fácil desenredar tu melena por la mañana.