"Los años 80 me fascinan desde que soy una adolescente. Aunque como las tendencias actuales no tienen nada que ver con las de entonces, me cuesta llevar looks de este tipo. Aunque un día me crucé por la calle a una chica que llevaba un corte mullet, ¡y me dieron unas ganas locas de copiarle el peinado!
 
Siempre he llevado la melena larga, pero ese día de noviembre supe que había llegado el momento de cambiar radicalmente de peinado y adoptar un look a juego con mi personalidad. Hasta ese momento nunca me había atrevido a hacerme un corte que implicase llevar el cabello de la nuca más largo que el de la parte superior. Pero gracias a esa chica que me crucé por la calle (y a algunas famosas que he visto en las portadas de las revistas) me atreví a dar el paso. Cuando fui a mi peluquería de confianza, me aseguré de que mi peluquero entendiese que no quería un corte de cabello grunge, sino más bien con un corte con toque rebelde. No me atreví a hacerme una coloración oscura, así que me dejé el cabello de mi color natural con reflejos claros para que resaltara con el aspecto roquero del corte mullet. Nunca me he hecho una coloración, y me daba miedo pensar en los cuidados que podía exigir atreverme a hacérmela ahora.
 
Hoy lo pregono a los cuatro vientos: ¡estoy encantada con mi corte mullet! De verdad. Porque aunque ahora lleve una melena corta,que no necesita tantos cuidados, no he perdido volumen. En casa, uso los productos del protocolo Volume Therapy de Jean Louis David. Mi cabello está lleno de vida y, además, me lo puedo peinar con facilidad. Y para estructurar mi peinado uso una pasta con efecto mate, que me permite dar forma y estructurar el corte, sin un acabado brillante".
 
© Jean Louis David