“Tengo una personalidad que muchas personas podrían considerar excéntrica. Desde siempre, me ha gustado destacar mi personalidad con un maquillaje o con un color de cabello que no pase desapercibido. La  primera vez que me atreví a hacerme una coloración neón en el cabello fue cuando cumplí 18 años. Y a día de hoy, en los que me acerco peligrosamente la treintena, puedo decir que no he terminado de experimentar con mi cabello. ¿Mi secreto? Las coloraciones temporales que desaparecen con los lavados.
 
¿Mi última locura? El cabello pop. No llevo uno, ¡sino tres colores distintos en mi melena! La raíz la luzco de color verde; las puntas, anaranjadas; y el color de transición es de un tono amarillo neón. Esta coloración se me ocurrió un día que tenía que ir a una fiesta de disfraces. Tras el evento, decidí mantenerla durante algún tiempo, el justo para que desapareciera tras unos lavados. ¡Por suerte, tengo un trabajo que me permite hacer estos experimentos! Cuando un color nuevo me gusta, voy a mi peluquería de confianza para que mi peluquero me aconseje y me diga si es demasiado arriesgado. ¡Aunque muy pocas veces se lo parece!
 
Por suerte, cuento con una base clara que me permite colorar fácilmente mi cabello. Para que mi cabello pop destaque, uso champús y cuidados específicos para cabellos teñidos que me aportan brillo e hidratación. Sin lugar a dudas, el color pop ha sido el cambio capilar más alocado que me he hecho en mi vida, así que puede que sea el momento de relajarme un poco… ¿Me hago una coloración azul que combine con mis ojos? Tomaré una decisión dentro de un par de días”.
 
© Pixelformula / Desfile Rodarte prêt-à-porter, Otoño-Invierno 2013-2014 © Jean Louis David