No, señores: la exfoliación no se ciñe solamente al cuerpo y a la cara. Es igual de útil para el cuero cabelludo y es una aliada de peso para combatir diversos problemas capilares. Te mostramos cómo realizarla.

La exfoliación es un tratamiento capilar indicado para los hombres que tienen el cabello graso o con caspa, porque purifica el cuero cabelludo. No sustituye a los cuidados anticaspa pero desprende las placas de piel muerta más resistentes, las elimina y evita que vayan cayéndose de forma aleatoria. Ten en cuenta que si tienes el cuero cabelludo sensible deberás descartarlo para no provocar irritaciones. Lo mismo sucede si tienes una espinilla o una herida en el cráneo, o si acabas de hacerte una coloración.

¿Qué tipo de exfoliante elijo?

Existen varios tipos de exfoliante capilar: algunos vienen en forma de pasta con partículas y permiten exfoliar el cuero cabelludo masajeándolo, mientras que otros se presentan en formato champú exfoliante y disuelven las células muertas. Escoge los últimos si no tienes mucha paciencia para hacerte masajes.

Toma nota: utiliza exfoliantes formulados con azúcar o con huesos de albaricoque o de aceituna, ya que son menos abrasivos que los que están hechos a base de sal.

¿Cómo se utiliza?

Es muy sencillo: ¡se utiliza como un champú normal! Aplica un poco de producto sobre el cabello mojado para repartirlo bien sobre el cuero cabelludo. Si se trata de un exfoliante con partículas, emulsiónalo realizando pequeños movimientos circulares para exfoliar de forma adecuada. En cuanto a la frecuencia, este cuidado regenerante puede realizarse entre una y dos veces a la semana, y no más si deseas disfrutar plenamente de todos sus beneficios. Si te exfolias el cuero cabelludo en exceso, podrías activar las glándulas sebáceas y hacer que tu melena se engrase más rápido.