El sol es bueno para la moral… ¡Pero no tanto para el cabello! Siempre y cuando te expongas con cuidado. Lo que es perjudicial para el cabello es el abuso y la combinación de mar y arena. He aquí nuestros consejos para pasar un verano al sol sin peligro.
Dejar que tu cabello tome el sol no es nada malo. ¡Al contrario! "
No hay nada como el sol para aclarar naturalmente tu melena. Y, al contrario de lo que se piensa, relajarse al sol no significa agredir tu melena o resecarla". Lo único que no se debe hacer es abusar y, ante todo, protegerse siempre en caso de una exposición prolongada o muy intensa.
Puedes utilizar un sombrero, un fular o un gorro para proteger tu cabello y tu cuero cabelludo. Estos
accesorios capilares son la primera protección contra el sol. "Si tu cabello es sensible o la región en la que te encuentras es muy soleada, completa con productos solares y capilares. Sobre todo si al sol le añades baños en la playa y pausas de bronceado con arena de por medio".
Las
protecciones solares se escogen en función de la naturaleza de tu cabello, de su estado. En resumen, dependiendo de sus necesidades. "Si posees una melena fina, es preferible optar por los fluidos o sprays solares de textura ligera. Para cabello grueso, es posible utilizar una crema anti U.V. Esto puede apelmazar
el cabello fino, pero aportará un efecto mojado perfecto para cabello grueso". La ventaja de las cremas es que son muy nutritivas. Por ello no te hará falta aplicarla muy a menudo. "Sea como fuere, aplica el producto de manera uniforme sobre tu melena".
Nuestro truco: Si, además del sol, tu cabello disfruta del mar y de la arena, necesitarás cuidarlo tras la exposición. "Después de un día de playa es imprescindible aclarar el cabello y lavarlo utilizando champú y tratamientos". Esto permite eliminar los excesos en tu cabello y sobre el cuero cabelludo, porque al final es éste el que paga el pato siempre. "Los champús y las mascarillas deben escogerse en función de la naturaleza de tu cabello".
© DR © Jean Louis David