La melena de las mujeres embarazadas parece normalmente más brillante, más densa, más sana. Sin embargo, la secreción de hormonas, tan como estrógeno, puede debilitar el cabello y provocar unas caídas. Para ir en contra de eso, os damos algunos consejos.

Los beneficios de los aceites vegetales

Salvo reacción del cuero cabelludo, no hace falta cambiar de champú o de mascarilla durante el embarazo. Sin embargo, el uso de aceites vegetales es aconsejado para intensificar el brillo de tu cabello. Los más recomendados son el de ricino y el de coco. El aceite de ricino limita la caída capilar y favorece el crecimiento de los cabellos. El aceite de coco da brillo a la melena. Menos conocido, el aceite de brócoli es perfecto para lisar, reparar las puntas y evitar que se abran. Para usarlos, por separado o conjuntamente mezclando 3 a 4 gotas de cada uno, aplicarlos una vez a la semana como una mascarilla básica, deja actuar 1 hora y aclararlos.

El consejo des experto: El último aclarado se puede hacer con agua fría que estimula el aflujo sanguíneo dentro del cuero cabelludo, lo que da más brillo al cabello, más fuerza a las raíces y estimula el crecimiento.

La coloración

Algunas mujeres embarazadas tienen miedo en hacerse una coloración en el cabello. Si no tiene riesgo para el bebe, hay que advertir de las reacciones que puede tener sobre la melena. La secreción de hormonas puede impedir la correcta fijación de los pigmentos de color en la fibra capilar. El resultado será un color un poco diferente de lo esperado. Por otro lado, un cambio total de color no es aconsejado ya que pasa por una decoloración , una técnica agresiva con la cual las reacciones alérgicas aumentan durante el embarazo. Entonces, durante esos nueve meses, es mejor privilegiar los balayages ligeros o una coloración tono sobre tono.

El consejo del experto: informa a tu peluquero que estés embarazada antes de pedir por una coloración. Podrá así adaptar la mezcla de color a aplicarte.