¿Quieres hacerte un cambio radical esta primavera? ¡Pues elige una coloración completamente diferente a tu color de base! Descubre lo que debes tener en cuenta antes de dar el paso.
 
¿Mi cabello está sano? Antes de hacerte un cambio como el que te proponemos, tu cabello debe estar sano: ni dañado, ni frágil, ni deshidratado. Al hacerte una coloración, los químicos que se utilizan suelen empeorar el estado del cabello. Así que si tienes un cabello resistente, conseguirás un color bonito, una melena brillante, sedosa y luminosa durante mucho más tiempo.
 
¿Voy a saber llevarlo a diario? ¿Deseas pasar del castaño claro al rubio platino, del chocolate al negro ébano o del rojo irlandés al castaño rojizo? ¡Pues no hay ningún problema! La única regla antes de hacerse una coloración es escoger un tono que le vaya a tu tez. Y recuerda, independientemente del color que elijas, no debes teñirte las cejas. Opta por un color que se adapte a cualquier circunstancia (trabajo, salidas, entrevistas…) y del que no te canses pasados unos pocos días.
 
¿Estoy preparada para cuidarlo? Si deseas que tu melena mantenga el brillo del primer día, tendrás que prestarle unos cuidados especiales, y por ello es imprescindible que te hagas tratamientos regulares y utilices productos adaptados. ¿Lo mejor? Integrar los productos de la gama Color Therapy en tu rutina capilar. Por último, no te olvides de ir a tu peluquería cada 3 meses para potenciar su brillo y lucir una melena siempre perfecta.
 
© PixelFormula, Desfile Irfe, prêt-à-porter, Primavera-Verano 2015 © Jean Louis David