Pues sí, a pesar de las ideas preconcebidas, el pelirrojo le sienta bien a todo el mundo. Desde el veneciano hasta el castaño rojizo, sus mil y un matices realzan cualquier melena. ¡Descubre el que mejor te va!

Un pelirrojo suave o intenso para realzar el cabello rubio

Estás de suerte, ¡el color de tu base es un fondo ideal para adoptar un bonito pelirrojo! Técnicamente hablando, puedes adoptar cualquier tipo de rubio, aunque te aconsejamos el rubio veneciano -la tonalidad más clara del pelirrojo-, que está lleno de reflejos dorados y cobrizos que ofrecen un color muy suave. También puedes apostar por los tonos anaranjados del intenso pelirrojo zanahoria para un plus de dinamismo. Los dos resaltarán tu tez de porcelana y tus ojos azules o verdes para un acabado muy natural.

Un pelirrojo medio para transformar el castaño

Si eres castaña, debes apostar por unas tonalidades más pronunciadas y más cercanas a tu color original. Si tu castaño es claro, opta por un pelirrojo cobrizo; sus reflejos morenos anaranjados intensos harán que tu melena se transforme y combinarán a la perfección con tu piel dorada. Si es más oscuro, escoge un bonito caoba o un rojo fuego que despierte los pigmentos rojizos que se encuentran de forma natural en tu castaño.

Un pelirrojo profundo u oscuro para darle carácter a las morenas

Olvídate de alterar tu melena chocolate o color ébano con un pelirrojo que se aleje demasiado de tu tono de base; lo mejor es que elijas una tonalidad híbrida, como el broux, que mezcla sutilmente el moreno con reflejos pelirrojos cobrizos, o el castaño rojizo, que combina el moreno oscuro con matices púrpuras para aportarle contraste y profundidad al cabello. En definitiva, se trata de unas tonalidades rojizas oscuras pero luminosas e intensas, que realzarán las pieles oscuras y con los que conseguirás un efecto de buena cara.

Ten en cuenta: ¿Tu pelirrojo es natural? También puedes potenciar su color con unos reflejos adaptados.