¡Analizamos los hábitos capilares que debes adoptar para que tu melena se mantenga sana durante todo el verano!

Aplicar un cuidado contra los rayos UV

¡Es el gesto indiscutible para preservar tu melena de los daños provocados por el sol! Los rayos UV son nocivos para el pelo (igual que para la piel) porque destruyen la queratina de la fibra capilar, lo que acaba debilitando la materia.

Aclararse el cabello después de cada baño

No hay nada como un poco de agua clara para retirar la arena, los cristales de sal y los residuos del cloro que se quedan atrapados en cada chapuzón. Estas impurezas resecan la fibra y ¡lo mejor es que las elimines cuanto antes!

Adoptar un peinado que proteja del sol

Un moño alto para proteger el cabello del agua, una trenza para evitar los nudos, o simplemente un sombrero para cubrir los mechones: existen muchas formas de estar bien peinada sin dejar de cuidar la melena.

Desenredar tu melena con regularidad

Con la llegada de las actividades estivales, el cabello se hace más proclive a los nudos. Para evitar que tu melena se vuelva quebradiza, desenrédala poco a poco con un peine de dientes anchos empezando por las puntas, y ve subiendo hacia las raíces.

Usar una mascarilla después del champú

Es el producto que marca la diferencia para nutrir la fibra en profundidad y regenerar el cabello después de estas pequeñas agresiones repetidas. Elige fórmulas con queratina para conseguir una melena llena de vitalidad en tan solo unos segundos.