Como bien es sabido, hablar el mismo idioma que nuestro peluquero es esencial para no llevarse una gran decepción. Jean Louis David te ayuda a descifrar dos técnicas de corte que a menudo se confunden: el degradado y el desfilado.
¿Un corte degradado o desfilado? He aquí una pregunta que no se debe tomar a la ligera en la peluquería, pues el resultado será totalmente diferente según tu respuesta. Toma la decisión correcta gracias a este pequeño compendio.
El cabello degradado para potenciar el volumen
El degradado es una técnica que consiste en cortar algunos mechones más cortos que otros de forma progresiva para crear una densidad óptica natural. Se trata de esculpir el cabello teniendo en cuenta las proporciones y la estructura de los volúmenes.
¿Para quién? Para todas aquellas mujeres de cabello fino que sueñan con tener una melena XXL al igual que las estrellas hollywoodenses e independientemente de la longitud. Por otra parte, y en menor medida, el cabello grueso también puede degradarse para repartir los volúmenes.
La ventaja del cabello degradado: la materia gana en movimiento y en volumen sin perder su longitud. Es ideal para cambiar de look de una forma menos radical.
El cabello desfilado para aligerar la materia capilar
El desfilado es una técnica totalmente opuesta que permite quitarle densidad al cabello afinando la materia con unas tijeras de entresacar. El principal punto en común con el degradado es que requiere unos gestos muy precisos.
¿Para quién? Para todas aquellas que tienen mucha densidad capilar. A menudo se realiza sobre un peinado corto y también puede realizarse con una melena larga. Eso sí, no te lo recomendamos si tienes el cabello muy fino o estropeado porque podría afinar aún más la materia.
La ventaja del corte desfilado: la materia se vuelve maleable y ligera como el viento. Con este peinado dejarás a un lado el efecto apelmazado y voluminoso tan temido por aquellas que tienen el cabello grueso.