El sol y el rubio no hacen muy buena pareja, así que debes adoptar una rutina especial en verano para evitar que tu color tienda al amarillo.
Independientemente de si es natural o teñido, el rubio es más vulnerable ante el sol que las demás tonalidades. El motivo es que posee una concentración muy débil de melanina, el pigmento oscuro que absorbe los rayos UV. Por ello, el cabello dorado tiende a apagarse e, incluso, a amarillear. Por suerte, puedes cambiar este panorama catastrófico con algunos pequeños gestos.
Proteger el cabello de los rayos UV
El sol es especialmente nefasto para el cabello rubio, por lo que los cuidados capilares contra los rayos UV se convertirán en tus mejores aliados. Estos productos actúan como un escudo y protegen el cabello de las agresiones externas. ¿Lo más de lo más? Las fórmulas que aúnan protección e hidratación Y para potenciar su eficacia, puedes completar esta rutina con una pamela , con una gorra o con un pañuelo; sobre todo en aquellas regiones donde el sol es bastante intenso.
Hidratar, nutrir y neutralizar los reflejos indeseables
Después de un día de descanso bajo el sol, el cabello rubio solo pide una cosa: que lo mimen. Y debes optar por cuidados hidratantes y nutritivos para luchar contra el efecto áspero provocado por el sol, sobre todo si lo llevas teñido. Además, ya que a causa de los rayos UV el cabello se oxida y se vuelve amarillo, no hay nada como aplicar un champú morado como el de la gama Go Blondie para neutralizar estos indeseables reflejos. Este producto puede usarse una vez a la semana, y es ideal para revivir el brillo del rubio.