Al estar embarazada, tu cuerpo cambia. Aunque no es lo único... ¡También lo hace tu pelo! Descubre lo que te espera durante y tras el embarazo para estar bien preparada para estos cambios.
¡Durante tu embarazo el pelo luce más bonito! "Es un periodo en el que las mujeres producen más hormonas, lo que hace que tu melena esté más bonita, más brillante. La calidad del cabello mejora notablemente". Aunque, eso sí, para tu embarazo no existen tratamientos específicos. Basta con escoger los champús y los tratamientos correspondientes al estado o a tu tipo de pelo.
Si eres una adepta a las coloraciones o técnicas tipo permanente,
alisados brasileños o japoneses, necesitarás abstenerte. "No te aconsejamos recurrir a uno de estos servicios, especialmente durante los tres primeros meses. El bebé se encuentra aún en estado de gestación, por lo que es preferible evitarlo. No son exactamente los productos en sí mismos lo que pueden suponer un problema, sino las emanaciones propias de una coloración". Si no puedes abstenerte de teñirte, apuesta por las
coloraciones sin amoniaco o elige tintes temporales que desaparecen al cabo de varios lavados.
Pocas semanas antes de dar a luz,
acude a tu peluquería. En primer lugar, para disfrutar de un momento relajante, y en segundo, para cuidar tu corte. Y es que, tras el parto, ¡es de lo más difícil encontrar un momento para ti! "Adelántate realizando un buen corte antes de la llegada del bebé. Si no tuvieras mucho tiempo para cuidar tu cabello en los meses siguientes, tendrás una buena base".
El reverso de la moneda llega dos o tres meses tras dar a luz. Con la bajada de hormonas, puedes sucumbir a la
caída del cabello, más o menos importante. "Lo mejor es hablar con tu médico, que podrá recetarte tratamientos específicos o aconsejarte simplemente un complemento alimenticio en concreto". Eso sí, asegúrate de que esta fase no dura demasiado tiempo y de que tu cabello vuelve a crecer.
Nuestro truco: Masajea tu cuero cabelludo durante tu embarazo. No solo para favorecer la microcirculación, sino también para disfrutar de un momento de relajación. Sigue haciéndolo tras el parto para limitar la caída del cabello, que puede estar provocada por una mala oxigenación del cuero cabelludo.